La conectividad ciudadana solucionaría muchos problemas, e incluso casi que se puede implementar inmediatamente con la tecnología presente.
La tecnología ha eliminado muchas de las barreras que antes existían de comunicación y los gobiernos deben usarlas para poder contactar a cada ciudadano, sin tener que georeferenciarlo continuamente, y los instrumentos están hace mucho tiempo en el mercado.
La publicidad antes de las redes sociales era unidireccional y hoy es bidireccional. Lo mismo debe pasar con los pagos, y eso hace que mucha gente vaya a sufrir por no estar conectados a esa red o capilaridad.
Uno de los grandes retos del mercado hoy, es que la gente no tiene conexión de dos sentidos, bidireccional, con los servicios y productos que compra, ni todas las personas y mucho menos con el Estado. Es decir, usted paga salud, seguros, ropa, comida y demás, pero ninguno de ellos le puede devolver el dinero, más que reversar la transacción, y lo mismo ocurre con el gobierno; Si hoy el gobierno decide devolver el IVA a sus ciudadanos, simplemente no puede hacerlo con todos.
Por esto, la democracia debe pensar en que todo ciudadano tenga una cuenta depósito transaccional (No de ahorros), donde el gobierno le consigne al año cincuenta mil pesos o algo así, por el hecho de ser ciudadano, y así, cuando sea necesario darle ayuda a alguien, hay un conducto para hacerlo, solucionando la falta de acceso del Estado a la persona.
Así mismo, deberíamos tener un correo electrónico y/o un teléfono móvil, para que el gobierno nos pueda comunicar lo que pasa, y poder cumplir con la frase “comuníquese y cúmplase”, y dejar de lavarse las manos de no comunicar las normas, bajo la premisa de “el desconocimiento de la ley no exime su cumplimiento”.
Si cada ciudadano del mundo tiene una cuenta y un correo electrónico, como tener una cédula, logramos que el gobierno se conecte a las personas y las personas con el estado; este simple mecanismo, con una administración adecuada, gracias a sistemas como blockchain, lograremos una democracia con capacidades efectivas de intervención directa a quienes necesitan ayuda.
Esto puede ser un banco público y un sistema de correos nacional, casi remplazando a los correos nacionales, donde usted puede cada vez que quiera cambiar las preferencias de las normas y comunicaciones que le lleguen, a excepción de las normas que el estado le debe enviar; y así, el gobierno cumple con su deber de informar y nosotros con el de estar informados.
Para que la esta idea funcione, son fundamentales tres cosas: el correo y la cuenta deben ser de libre acceso en cualquier lugar, sin informar en que ciudad o lugar esta la persona, porque no es un mecanismo de censo ni de empadronamiento; No es darle a cada ciudadano un ingreso mínimo vital, sino una cuenta donde se le pueda aportar subsidios o ayudas en caso de necesitarlo; Esta información debe ser confidencial y no puede ser comercializada.
Esta conectividad ciudadana, solucionaría muchos problemas, e incluso casi que se puede implementar inmediatamente con la tecnología presente, logrando dos canales de acceso a las personas, sin violar su libertad ni su intimidad. Conectarnos, sin controlarnos; esa es la cuestión.
Camilo Herrera Mora
Presidente, junta directiva de Raddar.
camiloherrera@raddar.net
Artículo Portafolio
Ver original: https://www.portafolio.co/conectemos-a-la-gente-opinion-camilo-herrera-mora-540079
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