Por Sofia Olaya, Investigadora junior RADDAR CKG
Durante el último año, los hábitos de consumo de los colombianos se vieron afectados y modificados en gran medida, no sólo por los cambios en las necesidades en torno al cuidado de la salud y la higiene, sino también los cambios en las preferencias, donde el consumidor sacrifica precio por calidad. A lo largo del 2020 se incrementó el gasto en alimentos para el hogar, productos y servicios relacionados con la salud, comunicaciones y vivienda. Mientras que los productos de vestuario y comidas por fuera del hogar sufrieron grandes pérdidas ante los cierres comerciales.
Una categoría particular es la de diversión y esparcimiento que ,si bien, presentó una disminución en el gasto, también evidencia los cambios en los hábitos de los colombianos, ya que por las condiciones propias del confinamiento viró a una adaptación de la diversión, en torno al hogar. Durante el 2020 los servicios relacionados con la diversión como el cine, el fútbol y las discotecas, así como los planes turísticos y hoteles, presentaron una disminución en la participación del gasto, como consecuencia de los cierres comerciales y las cuarentenas estrictas. Esto generó una necesidad de trasladar los espacios de diversión y esparcimiento al hogar, por lo que se presentó un incremento de la participación en el gasto de servicios de televisión como parabólica, plataformas de streaming, alquiler de videos y juegos electrónicos, entre otros. Igualmente, la compra de artículos deportivos como las bicicletas se vio jalonada durante la pandemia y se mantiene durante el 2021, probablemente por la necesidad de movilizarse en cortas distancias dando prioridad al distanciamiento social y evitando el transporte masivo, además del cierre de gimnasios que hizo de casa el lugar propicio para el ejercicio seguro.
Si se compara el consumo en esta categoría teniendo como base el primer trimestre de 2019, se puede evidenciar no sólo la transformación del gasto sino la permanencia de algunos de los cambios en la diversión y esparcimiento de los colombianos tras la pandemia. El gasto en alquiler de videos y juegos electrónicos aumentó en los primeros seis meses de 2020, pero se normalizó y disminuyó en lo corrido del año.
En cuanto a los cines, fútbol y discotecas, aún no se logra recuperar el nivel de gasto que se tenía para 2019, lo que podría ser efecto de las restricciones, ya que sólo hasta el tercer trimestre de 2021 se dio apertura a las salas de cine, los bares y gastrobares en ciudades principales, así como la normalización del horario. Por otro lado, los cambios y la nueva forma de divertirse generan cierta nostalgia en los colombianos, ya que es raro salir a bailar usando tapabocas y evitando los grupos grandes, no poder compartir las palomitas en el cine con confianza ni sentarse todos juntos dado el distanciamiento marcado en las salas, incluso se podría sentir que las palomitas ya no saben igual por los protocolos de bioseguridad, los perros calientes tradicionales del cine ahora son preparados por el cliente mismo en la oscuridad de la sala y las gaseosas en vasito que cada uno rellenaba a su antojo también fueron reemplazadas por la gaseosa en botella. No obstante, se espera que para el resto de 2021 el gasto en estos servicios de diversión aumente, ya que, tras la monotonía de la virtualidad, la necesidad de volver a compartir con amigos y familiares se hace evidente, y gracias al progreso en la vacunación, este tipo de espacios serán más seguros para todos.
Por último, encontramos un fuerte cambio relacionado con los servicios de televisión, ya que el gasto en estos no sólo aumentó durante la pandemia, sino que permanece por encima del nivel que se tenía durante el 2019. Mientras el televisor en los años 60 era un lujo al que sólo podían acceder algunas familias, con la llegada del siglo XXI este electrodoméstico se popularizó hasta que en cada hogar de clase media había por lo menos un televisor. Luego, la llegada del internet redujo el interés por la televisión, especialmente en los más jóvenes del hogar, que empezaron a descubrir nuevo contenido en los computadores y smartphones y dejaron de lado este aparato.
La pandemia por su parte le regresó la popularidad al televisor, ya que todos los miembros de las familias tuvieron que permanecer en los hogares y compartir el espacio diariamente de sus trabajos, estudios y actividades cotidianas. El TV fue herramienta importante para mantener informado al hogar sobre las nuevas restricciones, leyes y recomendaciones en torno a la situación de salud pública. Además, el TV tuvo que reemplazar las salidas a cine los fines de semana, a bailar o a beber, los partidos de fútbol en el estadio, las caminatas, los paseos de olla, entre otros espacios de diversión.
Entonces, los canales habituales de parabólica no fueron suficientes para entretener a los hogares, y gran cantidad de televidentes migraron a las suscripciones online, ya que varios canales tuvieron cambios como la compra de Fox por parte de Disney, y el retiro de varias películas y series de parabólica para convertirlas en contenido exclusivo bajo suscripción. Durante el confinamiento Netflix continúo siendo la plataforma preferida de streaming, pero también aumentó la popularidad de HBO Max, Amazon Prime Video, Disney Plus, entre otros.
Al revisar estos cambios en la diversión y esparcimiento de los colombianos quedan algunas preguntas sobre el futuro, ¿El televisor volvió para quedarse? ¿La tendencia de las plataformas online marcará el final de la televisión por cable? ¿Los hogares preferirán ver series y películas en casa en lugar de retornar a las salas de cine? Los precios, así como la diversidad en la oferta serán determinantes para el futuro del cine y la televisión.
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