En muchas empresas los procesos de planeación se volvieron de corto plazo, lo que va a afectar el crecimiento de muchos sectores, y por ende del PIB de muchos países.
Era común que las empresas hicieran una planeación a 3 o 4 años, para definir sus expansiones de mercado, crecimiento en plantas, locales y flotas de distribución, lo que daría un mapa estratégico de acción y de inversiones; seguido de una planeación a un año, para definir las acciones que debían tomar para cumplir con parte de ese proceso, comprando o arrendando bienes inmuebles, camiones, insumos y definiendo la mano de obra que requerían.
Ese año, lo dividían en 4 tiempos, para ejecutar de la mejor manera la estrategia grande (o MEGA en algunos casos) y las metas definidas para el año.
Así, la proyección de un año definía inversiones, la de seis meses acceso a insumos, la de tres meses tiempos de producción y la de un mes cobertura de mercado con productos y servicios, permitiendo tener un relativo control de lo que iba pasando y ajustando los procesos para cumplir con los objetivos, adaptarse a los cambios de mercado y seguir la hoja de ruta.
El método funcionaba, si las proyecciones estaban en el marco de un análisis de prospectiva, que permitiera definir una serie de escenarios con múltiples soluciones, y que de allí se pudiera obtener el listado de las acciones mínimas a tomar para cualquier escenario venidero; pero el mundo se volvió opaco y los escenarios se tornaron apocalípticos, y fuera de lo “común” y “normal” que conocíamos, lo que llevó a que muchas empresas e instituciones, acercarán su visión de planeación a solo un año, y con revisiones trimestrales por la velocidad de cambio del mercado, ante las nuevas condiciones del entorno, suponiendo dos escenarios posibles: que las cosas sean temporales o permanentes, como el posible aumento de natalidad en los primeros 9 meses de 2021.
Pasado 2020, muchos comprendieron que más que estar en un proceso de cambio, estamos en un proceso de aceleración, pero sin un horizonte claro y por esto muchos pasaron de estar en un estado de planeación a estado de inmediatez, debido a que deben “ganar diario” para “producir diario”, porque su estado de liquidez esta afectado y convertido en inventario, y deben liquidarlo para poder tener capital de trabajo.
Esta nueva visión de planeación impredecible de corto plazo con poca inversión parece ser temporal, pero se hace evidente que si muchos sectores no piensan en largo plazo, la reactivación y recuperación de la economía será más lenta de lo que necesitamos.
Para pensar: mi hija me preguntó ayer, “Papá, ¿será que ahora que usamos tapabocas, la nariz y la boca serán las nuevas partes íntimas, como las otras que tapamos en el pasado?”.
Camilo Herrera Mora
Presidente, junta directiva de Raddar.
camiloherrera@raddar.net
https://www.portafolio.co/opinion/camilo-herrera-mora/sin-tiempo-para-planear-549615
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