7 abril, 2022

¿Qué sucede con la papa?

Por raddaradmin

Por Juan Camilo Sánchez Rodríguez  – Investigador Junior RADDAR CKG.

Uno de los principales problemas que aqueja a los colombianos, especialmente este año 2022, es la inflación; debido a que el aumento sostenido de los precios reduce significativamente el poder adquisitivo de los colombianos, produciendo un menor consumo y por tanto una reducción en los niveles de bienestar, debido a que el consumidor debe priorizar sus hábitos de consumo; por ejemplo, recortar el gasto en entretenimiento para compensar la subida de precios de los alimentos. Con este panorama, febrero del 2022 trae a los colombianos una inflación de (142%) respecto al mismo mes del año pasado en un producto indispensable en la canasta de mercado de un colombiano: la papa.

Después de un peculiar suceso durante el segundo semestre del 2020, donde el precio del bulto de papa llego a caer hasta los 10.000 pesos colombianos (precio presente en compras directas al campesino, sin intermediario y sin costos de trasporte), debido a esto, los agricultores se tomaron las calles y los peajes especialmente de la zona de Cundinamarca con la esperanza de vender la producción y no perder la inversión hecha en su cultivo, sin embargo, provocó la salida del mercado de varios productores. Este año el consumidor se pregunta cada vez que va a mercar: ¿Qué está sucediendo con el precio de la papa? y ¿por qué se duplicó su valor en los últimos meses? (ver gráfico 1).

Gráfica 1: Precio promedio del bulto de papa por 50kg (promedio móvil 7 días)

Fuente: Construcción propia a partir de “precios históricos de Corabastos”. (el cálculo del precio de la papa   está compuesto por el precio promedio de las categorías de calidad extra, primera y corrientes en los tipos de papa: Pastusa, R12 Negra, Suprema y Sabanera).

Según Fedepapa, el colombiano promedio consume 36 kilos de papa cada año, por lo que un desajuste en el precio de esta afectaría directamente el bienestar el consumidor colombiano. La crisis de precios que se vive en Colombia está explicada por la reducción de la producción nacional, esto debido a que existe una presión inflacionaria producto de una alta demanda y la poca oferta del producto.

El sector se ha visto afectado por varios acontecimientos: comenzando por el paro y los bloqueos de las vías que se presentaron en el primer semestre del 2021, los cuales imposibilitaron que la cosecha de papa proveniente del Tolima, Nariño y Cauca se extrajera de las áreas rurales a las urbanas lo que llevo a que esta cosecha no se pudiera vender. Esto unido a que el sector de los productores de papa está compuesto por pequeños productores (propietarios de entre 1 y tres hectáreas de tierra), el efecto fue catastrófico y llevo a la quiebra de muchos productores en su momento, los cuales hoy en día siguen sin producir. Para completar esta tormenta perfecta en 2021 los precios de los insumos agrícolas como los fertilizantes aumentaron su precio bruscamente, debido a los costos de los fletes, el aumento del precio del petróleo y la ya conocida crisis de contenedores.

En un panorama ideal, los productores de papa deben inyectar al mercado alrededor de 2 y 2,5 millones de toneladas de papa para abastecer el consumo de los hogares y de la industria. Sin embargo, debido a que este sector como muchos otros de los agrícolas se mueven por especulaciones y el panorama es desalentador, lleva a que los productores de papa migren a otras fincas con diferentes actividades de producción parta trabajar en jornales. Sin embargo, gracias a la ausencia de heladas las cuales se presentan entre diciembre y la primera quincena de marzo y a que la cosecha de este cultivo es de un tiempo corto (6 meses). En el momento en que los productores vean que la situación mejore, especialmente en la reducción de los insumos agrícolas y un nivel de precios más competitivo, volverán a cultivar debido que la actividad de siembra para ellos es una labor ancestral.

Por ahora el precio de la papa seguirá inestable durante este primer semestre de este año, sin embargo, se espera que con la cosecha de mitad de año la producción intente llegar a niveles “normales”, esto gracias a la reactivación económica que aún se vive en el país, la resiliencia de los productores y el hecho de que el colombiano no deja de consumir papa.

Por raddaradmin
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